Aneurisma cerebral

¿Qué es un aneurisma cerebral?

Un aneurisma cerebral es una dilatación anormal de una porción de una arteria intracraneal debida a una debilidad en la pared del vaso sanguíneo, influenciado por la presión arterial y la hemodinamia.

En general, los aneurismas son asintomáticos hasta que se produce su ruptura, que puede causar, desde complicaciones neurológicas graves, hasta la muerte.

La mayoría de las veces, este ensanchamiento es de origen congénito, aunque los traumatismos y las infecciones también pueden “crear” un aneurisma cerebral.

El aneurisma cerebral es una enfermedad endovascular que se presenta dentro del sistema circulatorio que irriga al cerebro, con mayor propensión a aparecer en la zona de la base conocida como círculo arterial cerebral o polígono de Willis.

Qué sucede si el aneurisma se rompe

Cuando un aneurisma cerebral se rompe, la sangre fluye hacia un espacio que rodea al cerebro y lo separa de la caja craneana, denominado espacio subaracnoideo.

La hemorragia subaracnoidea (HSA) provocada por un aneurisma cerebral roto –sangrante– es una emergencia médica.

La formación, el crecimiento y la ruptura de un aneurisma cerebral son considerados un problema complejo.

Dentro de las primeras 24 horas del colapso de un aneurisma cerebral –la catástrofe más frecuente en los accidentes cerebrovasculares (ACV)–, la mitad de los pacientes fallece si no es sometido a un tratamiento de emergencia.

De aquellos que sobreviven, más del 50% muere durante los 6 meses subsiguientes, o padece secuelas neurológicas penosas.

Definición genérica de un aneurisma

Un aneurisma (del griego ἀνεύρυσμα, aneurysma: dilatación; de ἀνευρύνειν, aneurynein: dilatar) se caracteriza por el ensanchamiento o abalonamiento localizado en la pared de una arteria o vena debido al debilitamiento y adelgazamiento progresivo de un sector del vaso sanguíneo afectado, donde se forma una suerte de protuberancia con forma de globo, saco o huso, que se llena de sangre.

Ruptura de un aneurisma cerebral

Existen factores que influyen para que un aneurisma cerebral se rompa:

  • Factores de la pared de la arteria:
    • factores biológicos,
    • factores genéticos,
    • la ateroesclerosis y
    • el daño crónico.
  • Factores internos:
    • la presión dinámica y estática,
    • el stress de la pared,
    • la fuerza de impacto en un punto,
    • la dinámica de la sangre y
    • el tamaño del inflow.
  • Factores externos:
    • simetría del contacto,
    • la interface y
    • la relación con otros

Todas o algunas de estas variables sumadas hacen que un aneurisma cerebral se rompa y se produzca una hemorragia cerebral o HSA por la que la sangre arterial invade el tejido circundante.

Debido a que el cerebro depende sólo de dos conjuntos de arterias principales para su irrigación (la carótida interna y las arterias vertebrales, que se conectan a través del círculo o polígono de Willis, en la base del cerebro), es fundamental que se encuentren saludables.

La mayoría de los aneurismas cerebrales tienden a ocurrir en las uniones o bifurcaciones de las arterias que conforman el polígono de Willis.

Aneurisma cerebral, ACV y secuelas

El reconocimiento del aneurisma cerebral como una de las causas principales de los accidentes cerebrovasculares (ACV) es relativamente reciente, a partir de la introducción de la angiografía como método de examen.

En un ACV,

  • la HSA
    • impide la irrigación del área que depende de la arteria dañada, al tiempo que
    • ejerce una compresión del tejido nervioso y de los vasos sanguíneos adyacentes, lo que
      • extiende la afectación a otras zonas;
  • el hematoma consecuente, a su vez,
    • atrae más líquido e
    • incrementa la compresión.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), los ACV son

  • la segunda causa de muerte y
  • la primera de incapacidad en el mundo.

En la Argentina los ACV originan

  • casi tantos decesos como las cardiopatías isquémicas –el mayor factor de mortalidad–,
  • 4 veces más fallecimientos que el cáncer de pulmón, y
  • 5 veces las muertes provocadas por los accidentes de tránsito.

En este sentido, desde la Fucac deseamos concientizar a la población sobre la importancia de prevenir y actuar.

Fucac: Aneurisma cerebral sacular en su etapa final de desarrollo.

El aneurisma cerebral es una enfermedad vascular cerebral (EVC) que afecta a los vasos que irrigan el cerebro. El aneurisma sacular es causado por un debilitamiento de la pared de un vaso que se produce en las bifurcaciones arteriales, con más frecuencia el el llamado polígono de Willis.

Fucac: Aneurisma cerebral sacular en su etapa de ruptura y sangrado.

La ruptura del aneurisma cerebral produce una hemorragia subaracnoidea (HSA) –en el espacio que separa al cerebro del cráneo– que compromete a grandes sectores del tejido neuronal; sin embargo, los accidentes cerebrovasculares (ACV) hemorrágicos son menos graves que los isquémicos.

Estadísticas para la comprensión del problema del aneurisma cerebral

Los avances de la tecnología, las investigaciones colaborativas y la difusión pública de trabajos y estudios nos permite conocer con una precisión creciente todo lo que concierne al aneurisma cerebral, las HSA y los ACV de manera notoria.

La Fucac se propone, como una de sus misiones básicas, divulgar el máximo de la información a su alcance para contribuir al conocimiento individual y social, y promover la toma de conciencia, no sólo acerca de las características de esta enfermedad grave, sino sobre los cuidados y prevenciones que deben tomarse respecto a la salud, y sobre las formas en que es posible contribuir con todas aquellas personas que padecen, ya sea como pacientes, o como integrantes de su entorno, las consecuencias directas e indirectas del problema.

A continuación ofrecemos una serie de datos y hechos que nos dejan tener una idea relativa de la escala, dimensión y gravedad del tema en la Argentina y en el mundo. 

1

  • Se estima que 1 de cada 50 personas tienen un aneurisma cerebral no roto sin saberlo.
  • La tasa anual de ruptura de aneurismas cerebrales es de aproximadamente 8 a 10 por cada 100.000 habitantes, es decir que en la Argentina, entre 3.000 y 4.000 personas personas al año sufren una ruptura de aneurisma cerebral, lo que da una tasa de unas 10 rupturas de aneurisma por día.
  • El aneurisma cerebral roto es fatal en aproximadamente el 40% de los casos.
  • De los pacientes que sobreviven, alrededor del 66% sufre algún déficit neurológico permanente.
  • Aproximadamente el 15% de los pacientes con HSA por aneurisma cerebral muere antes de llegar al hospital o centro de atención especializada.
  • La mayoría de las muertes por HSA se debe a una lesión cerebral súbita y masiva debida a la hemorragia inicial, que no puede corregirse mediante intervenciones médicas.

2

  • Las mujeres sufren más que los hombres de aneurismas cerebrales, en una proporción de 3 a 2.
  • La HSA es una de las causas de cefalea aguda más temida en las salas de urgencias.
  • Los dolores de cabeza representan entre el 1 y el 2% de los ingresos a las salas de emergencias, y hasta el 4% de las visitas a las guardias hospitalarias de atención primaria.
  • De los pacientes que acuden a urgencias con dolores de cabeza, más del 1% tiene una HSA, aunque puede extenderse con facilidad hasta el 4%.
  • El diagnóstico precoz preciso es crítico, ya que la hemorragia inicial, una vez producida, puede producir síntomas menores, dar lugar a resultados neurológicos leves, notables o devastadores, y en muchos casos puede ser fatal.
  • A pesar de la disponibilidad generalizada de neuroimágenes, los diagnósticos erróneos o los retrasos en el diagnóstico alcanzan hasta un 25% entre los pacientes con HSA, cuando se presentan por primera vez para recibir tratamiento médico.

3

  • De cada 7 personas que se recuperan de una ruptura de aneurisma cerebral, 4 tendrán discapacidades leves o severas permanentes.
  • El aneurisma cerebral es cada vez más frecuente en personas de entre 35 y 60 años, pero pueden ocurrir también en los niños.
  • La edad promedio en la que se produce un ACV hemorrágico es de 50 años, y normalmente no hay señales de advertencia.
  • La mayoría de los aneurismas terminan por desarrollarse después de los 40 años.
  • La mayor parte de los aneurismas existentes son pequeños (entre 2,5mm y 25mm).
  • Los aneurismas más grandes (mayores a 25mm) se denominan aneurismas “gigantes” y pueden suponer un riesgo particularmente alto, además de ser difíciles de tratar.
  • Entre el 50% y el 80% de los aneurismas, por lo común pequeños, no se romperá durante el curso de la vida de una persona.

4

  • Los errores en las exploraciones determinan el 73% de los diagnósticos erróneos, lo que convierte a la HSA en una enfermedad que, aunque se presenta con poca frecuencia, acaba por ser de muy alto riesgo.
  • En el mundo se producen casi 500.000 muertes cada año causadas por aneurismas cerebrales, en las que la mitad de las víctimas son personas menores de 50 años.
  • El costo del clipado de un aneurisma cerebral cuando aún no se ha roto a través de una cirugía abierta se eleva a más del doble una vez que el aneurisma se ha roto.
  • El costo del embolizado de un aneurisma cerebral que aún no se ha roto, tratado por cateterismo endovascular (que es menos invasivoaumenta un 70% después de que el aneurisma se ha roto.
  • Del 10 al 15% de los pacientes con diagnóstico de un aneurisma cerebral hospedan a más de un aneurisma en su sistema vascular.