¿Cómo diagnosticar un aneurisma no roto?

Scanning cerebral.

Scanning cerebral mediante IRM.

¿Qué técnicas se usan para diagnosticar un aneurisma?

Para poder diagnosticar un aneurisma que aún no se ha roto, se realiza un scanning o una resonancia magnética cerebral.

Si aparecen imágenes sospechosas de una malformación aneurismática o de sangrado intracraneal, el especialista deberá decidir qué examen adicional solicitar a continuación para certificar el diagnóstico y para planificar el tratamiento más adecuado.

Existen ventajas y desventajas en cada uno de los métodos para diagnosticar un aneurisma, por lo que el especialista determinará, según las características del aneurisma que se sospecha y las características del paciente, cuál examen es el ideal en cada caso.

Lo óptimo es cuando se puede diagnosticar un aneurisma que no se ha roto, ya que permite planificar un tratamiento cuidadosamente para obtener los mejores resultados, de manera que al encontrar por “hallazgo aleatorio” un aneurisma cerebral en un examen pedido por otras razones (cefaleas, neuralgias, golpes en la cabeza, etc.), éste no debe ser pasado por alto y debe investigarse y tratarse  completamente.

¿Cómo diagnosticar un aneurisma roto?

Cuando un aneurisma cerebral se ha roto, en general el diagnóstico se realiza en el servicio de urgencia (donde acude el paciente tras la hemorragia desencadenada) mediante un scanning cerebral donde se puede observar la imagen típica producida por este especial tipo de hemorragia cerebral llamado hemorragia subaracnoidea (HSA).

Algunas veces el sangrado no logra verse con claridad en el escáner y debe realizarse una punción lumbar (extracción de una muestra de líquido cefalorraquídeo a nivel de la columna) para diagnosticar un aneurisma roto, ya que ahí podrán verse rastros de la sangre de la hemorragia.

Luego, para determinar con exactitud el lugar donde está el aneurisma y sus características de tamaño y forma, se deberá realizar

  • una angiografía convencional (estudio arteriográfico por RX);
  • un estudio por tomografía computada (TAC);
  • una combinación de TAC y angiografía (angio-TAC);
  • una angiografía neurovascular por sustracción digital (ASD);
  • una resonancia magnética (IRM); o
  • una angiografía por resonancia magnética (ARM).

Estos exámenes permiten, además de diagnosticar un aneurisma que ha estallado, determinar el tipo de tratamiento que se debe realizar en cada tipo de hemorragia y para cada paciente.

Véase también:
Publicado en Aneurisma cerebral, Diagnóstico, Neuroradiología Intervencionista, Síntomas.