Fucac informa
El ACV se produce cuando, por obstrucción (isquemia) o ruptura (hemorragia) de un vaso sanguíneo, se interrumpe el flujo normal de oxígeno y nutrientes a una parte del cerebro, cuadro que afecta a 1 de cada 4 personas en todo el Planeta.
Es la segunda causa de muerte y la primera de discapacidad a nivel mundial, y se estima que la tasa de incidencia se incrementarán aún más en las próximas décadas debido al aumento de la población y su mayor expectativa de vida.
Si bien el riesgo aumenta con la edad, más del 60% de los ACV se presentan en personas menores de 70 años, con factores de riesgo mayor por desórdenes como la obesidad, la diabetes, las adicciones sociales como alcohol y tabaco, el consumo de azúcares, el sedentarismo, la hipertensión, entre los más frecuentes.
Por qué debemos prestar mucha atención
Cada año se producen más de 14 millones de casos de ACV (una emergencia médica severa que constituye un grave problema de salud pública) de los cuales cerca de la mitad son fatales y un tercio involucra discapacidad permanente.
El 85% de los ACV se presenta como isquemia, mientras el 15% restante es de tipo hemorrágico.
Los síntomas característicos son:
- Pérdida de fuerza repentina en la cara, brazo o pierna, especialmente si es en un sólo lado del cuerpo.
- Confusión repentina o problemas en el habla o la comprensión.
- Pérdida repentina de visión en uno o en ambos ojos.
- Dificultad repentina para caminar, mareos, o pérdida del equilibro o de la coordinación.
- Dolor de cabeza fuerte, repentino, sin causa conocida.